miércoles, 15 de agosto de 2007

Hotel Media Luna




Esta semana de viaje! la Niña Mala y yo nos coordinamos un paseito a Tulancingo en afanes nada proclives a la fornicación, sin embargo, como se sabe de sobra, reúnase un Diablo Guardián, una Niña Mala y 2 hrs de monotonía carreteril para obtener un Blow-Job, una erección y un deseo de acceder al lugar mas cercano donde la verticalidad compartida no ofenda a nadie. Así pues, nos estacionamos en la Mega de Tulancingo (sigan los letreros), compramos algunas provisiones etílicas y kilocalóricas y al salir que nos topamos a tiro de piedra del estacionamiento de la Mega, con el mas bello de los anuncios cuando uno se encuentra en esta circunstancia: MOTEL.

Lo Niña Mala: Excelente ubicación, se puede caminar desde el estacionamiento de la Mega, sin embargo hay algo pecaminoso en caminar a un Motel, osease a una Villa con estacionamiento propio, pero he conocido algún hereje que lo hace, además claro del precio; no siendo un conocedor (si como no), los 180 pesos que pagamos me parecieron más que adecuados. Otra cosa, el personal se comporta alrededor de uno con una especie de indiferencia Budista, o mejor aún, lejanía autista, que hacen sentir cómodo.

Lo Diablo Guardián: La alfombra puerca puede no incitar a la pasión, al igual que las manchas en el espejo del techo o la dudosa higiene de las sábanas, sin embargo, si no sé es un exquisito de la limpieza, todo esto es soportable (incluso agradable). Lo que sí no puedo dejar de lado es lo pequeño del cuarto, siendo yo un mamífero grande, y la Niña Mala un hermoso ejemplar de talla petit, solemos maniobrar ampliamente, pero en este reducido espacio nos sentimos restringidos

Conclusión: Asístase sólo en caso de emergencia, sobre la autopista observamos otros Hoteles que prometían mejores oportunidades, le sugiero explorar alguna de las otras opciones antes de acceder a ésta.

martes, 17 de julio de 2007

Hotel Hacienda de Coyoacán

Tiempo ha que he querido hablar un poco sobre este concepto de las villas (Moteles como les dice el estimado ET), así que si se me permite me tomare un momento para reflexionar al respecto. El concepto es bueno, ideal si se quiere, para algunas cosas; por el mismo monto que un cuarto de hotel (o acaso poco más) uno tiene su propia cochera con puerta eléctrica, un pequeño loft en los altos, la fantasía de un techo compartido y una bonita forma de narrar la historia al paso de los años; ¿No me creen? Imaginense a si mism@s contando la anécdota 10 años después: “si lo recuerdo, mi primera vez fue en Villas de Coyoacan” y comparese con: “si lo recuerdo, mi primera vez fue en el Hotel Huipulco” ¿Verdad que suena diferente? Sin embargo, lo que mas me atrae de este concepto de las villas es el extraño fenómeno de los hombres que llegan solos en sus autos, si algún día tienen el tiempo o la dedicación, deténgase unos minutos frente a la entrada de uno de estos establecimientos y verán como entran en sus autos hombres solos, acaso vean un bulto de cabello escondido en el asiento del copiloto pero nada mas. Es un misterio.

Ahora bien, ¿Qué agrega la Hacienda de Coyoacán (División del Norte No. 3545) al concepto de villas?

Lo Niña Mala: En lo personal el estilo rustico en el diseño no me prende, pero a la Niña Mala le encanto, por lo que esta en está categoría, tres sillas de herrería, una barra y un mini componente en optimas condiciones en el que se puede poner la propia música (la Niña Mala se viene con “This years love” de David Gray http://www.youtube.com/watch?v=Eo-tp0JZvUA). Completan el cuarto jabones y shampoo (¿Cuál es el plural de shampoo?) con aroma a limón y un espejo de toda la pared, a la diestra o siniestra de la cama según se ralle el techo con lo tacones o se muerdan las almohadas. Los que laboran se muestran amables y atentos y los menos de 400 pesos que cuestan las seis horas son pagables por lo que se obtiene.

Lo Diablo Guardián: Aunque los trabajadores ayudan sustancialmente, el espejo y las seis horas son evidencia irrefutable de a lo que uno va, aquí no se juega a la pureza se va a coger y punto y si quieren otra cosa búsquense otro lugar; sin embargo estoy siendo exagerado porque pocas cosas malas tiene este lugar, pero la peor de esas cosas malas es el que los cuartos no están muy bien sono-amortiguados, en nuestra estancia, la sospechosamente ruidosa mugidora del cuarto de al lado nos entretuvo un rato, si esto es de su agrado omita este comentario en esta sección, pero si es como yo, que no le gusta oír a otros fingir lo que a uno (junto a su Niña Mala) le sale tan real, pues déjelo aquí.

Conclusión: Algo que lamento de esta reseña es que el menú enlista algo que se llama Juego Erótico, pero que desgraciadamente la Niña Mala y yo no tuvimos oportunidad de probar, sé que tenemos que regresar para probarlo, pero mientras tanto, ¿Alguien lo conoce?. Este es un buen lugar, un poco tirándole a lo caro pero con un precio aún pagable. Es recomendable para aquellas parejas que saben a lo que van, que no están jugando a la decencia y que tienen aparte de confianza, historia y desde luego ganas de follar.

Hotel Porto Novo

Con vista al Viaducto Miguel Alemán (no. 641) este hotel merece una antirecomendación. Con toda su facha de: “si usted viene del aeropuerto, hospédese aquí”, el Hotel es excesivamente caro para lo que poco que ofrece.

Lo Niña Mala: Muy poco, porque a pesar que el hotel cuenta con restaurante, la cocina no merece una especial mención ni a uno ni a otro lado, acaso lo único interesante sea que del estacionamiento hay un elevador que lleva directo a los cuartos, un joven sin pretensiones lo recibe a uno a su llegada al estacionamiento y le trae su llave para evitarle el siempre bochornoso paso por el lobby.

Lo Diablo Guardián: Caro, caro y bien pinche caro, a 500 pesos el cuarto sencillo y sin nada que desquite el precio yo no sé a que juega esta gente, el cuarto es pequeño y en extremo sencillo, sin muchos adicionales, una secadora de cabello es lo más lujoso que uno se encuentra; después de tres vueltas por todos los canales llegue a la conclusión de que ni uno sólo de ellos era porno y en ultima instancia la única ventaja real, el elevador que sube del estacionamiento a los cuartos sin pasar por el lobby, es fácilmente perdible si, distraído por los encantos de alguna niña (sea o no esta mala) uno no se da cuenta de que hay dos elevadores relativamente cerca uno de otro: uno que si baja al estacionamiento y otro que solo baja al Lobby (a pesar de tener el botón del estacionamiento) por lo que si se encuentran como yo ese día: medio imbécil y completamente deslechado, es fácil llegar justamente a donde uno no quería llegar: el Lobby. Finalmente debo decir que el cuarto cuenta con aire acondicionado, y que además funciona con un control remoto empotrado al buró, ustedes podrán decir ¿Pero qué esto no es bueno?, un par de cosas al respecto: además del hecho, científicamente comprobable, de que estando en pelotas y siendo estas mordidas por la Niña Mala, se inhiben por completo los receptores de temperatura y de dolor en la piel, el DF tiene uno de los mejores climas posibles, no creo que nadie nunca prenda el susodicho artefacto como no sea con afán de chingar a la administración por mancharse en el precio.

Conclusión: No puedo en buena conciencia recomendar un hotel así a nadie: muy caro para los que acostumbramos la vida en cinco letras y sin ningún valor agregado, muy cuartucho barato para los que con sus ingresos podrían pagarlo, así que solamente si vienes del aeropuerto, sin Niña Mala que te acompañe y sin ánimos para nada que no sea dormir o ver la telenovela de las 9, es mejor mantenerse alejado de este establecimiento.

martes, 3 de julio de 2007

Hotel & Villas Patriotismo

Que nadie se deje engañar por la apariencia de hotel decente, el Hotel & Villas Patriotismo (Patriotismo No.53) esta diseñado para coger (¿follar?, ¿hacer el amor? ¿sexo?) y si la rampa de entrada no era suficiente evidencia, el personal que te recibe se encargará de hacértelo saber: uno llega en su coche dispuesto a estacionarse y después de lidiar con quien lo reciba, escoger tipo de habitación y pagar, se le informa que “es para salir a las 11.00” lo cuál es desde luego suficiente confirmación de en donde está uno entrando.

Lo Niña Mala: Los cuartos tienen un excelente diseño, moderno aluminio con triplay, que dan buena pinta y uno se siente fuera del mundo pulgoso que normalmente frecuenta, en verdad se esta listo para quitarse la ropa y saltar a la cama que por cierto se ve limpia y en buen estado. Las regaderas son maravillosas, con un banco especial para el sexo oral (la Niña Mala demostró sobresalientemente que la altura es la ideal) y un chorro de agua potente que cae del medio del techo. El paquete de adicionales es excelente, todo lo que uno puede querer para regresar decente a casa: un jabón que no huele a heno de Pravia, secadora, crema, una esponja para zapatos, peine, gél, cepillo de dientes, pasta, condón, etc… Como punto final déjenme recomendarles el jacuzzi, aunque es un poco más caro (500 pesos) y es un tanto pequeño para dos personas, realmente vale la pena, la suite es agradablemente grande y realmente dan ganas de quedarse a vivir ahí (especialmente si se está acompañado de una Niña Mala)

Lo Diablo Guardián: Dos cosas principalmente: 1.- El costo, las habitaciones entre 400 y 500 pesos, aunque son agradables, resultan caras para la frecuencia con la que a un clasemediero como yo le gustaría ir y después de nuestras dos visitas de esta semana no quedó dinero en el presupuesto para probar la cocina o el bar que se supone tiene el hotel. 2.- El personal que te recibe, en ambas ocasiones nos hicieron sentir claramente que sabían a que íbamos, incluso con un par de miradas nada agradables a la Niña Mala y no es que seamos hipócritas, no por lo menos con los gritos que me saca mi Niña Mala, pero es evidente que muchas personas se sienten incomodas por ese tipo de trato; esta bien voy a coger, esta bien si necesito un hotel para hacerlo seguramente no tengo permiso del estado ni de la iglesia ni de los papás de la Niña Mala para hacerlo, esta bien soy un pervertido, esta bien no la tengo tan grande como un actor de cine porno, pero no necesito que me lo recuerden.

Conclusión: El hotel es ideal para una buena tarde, acaso para una primera vez con alguien no muy segur@ de querer ir a un hotel, es agradable y da la sensación de un poco de indecencia con un mucho de considerada limpieza y agradable diseño, pero su costo impide que sea frecuentado sin detenerse a pensar un poco en la cartera, además de que al parecer es exitoso, pues en nuestra primera visita, Jueves por la tarde, no alcanzamos villa.

NB: ¡Notece la mano de la Niña Mala en las fotos!

Introdúzcanse

“Las ideas no son de nadie, andan volando por ahí como los ángeles” dijo García Márquez si la memoria no me falla; y la idea de este blog, andaba volando por ahí cuando conversaba con algunos amigos en un momento en el que debía trabajar. “Alguien debería hacer una guía de los hoteles de paso del DF” dijo el buen WM e inmediatamente pensé que esa era justamente la tarea a la que la Niña Mala y yo nos veníamos dando desde hace algún tiempo. La Niña Mala y yo nos veníamos dando desde hace algún tiempo. La Niña Mala y yo nos veníamos. La Niña Mala y yo.

Así que con este esfuerzo, que sinceramente nada tiene de difícil; con este trabajo, que sinceramente no es (ni hace falta que lo sea) remunerado; con este sudor que dejamos secando por toda la capital; con este deseo por el otro (no por ti wey, por la Niña Mala), inicia: Diablo Guardián y su Niña Mala, esperando que alguien lo lea y más aún, que a alguien le sea útil. Si a ustedes les es útil y es más lo disfrutan al menos la mitad de lo que nosotros lo disfrutamos, pues, la neta, bien por ustedes. Bien-venidos.